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Joaquim de Catalunya

Arde Rusia…y falta trigo

El trigo podría convertirse en los próximos meses en un artículo de lujo

Empordà RTR Planeta / Joaquim Pedret

En 2007, se pinchó la burbuja inmobiliaria, la especulación que vació el bolsillo de millones de seres personas. Al desplomarse el precio de la vivienda, los grandes fondos de inversión –no todos- buscaron refugio en otros bienes básicos. El terremoto se dejó sentir, con particular virulencia sobre los más pobres en los países en vías de desarrollo. Ahora nos encontramos con el cierre del mercado ruso, y esto ha comenzado a hinchar el precio de los cereales en los principales mercados. España ha sido ‘alertada’ hoy –no oficialmente- contra una nueva posible burbuja, “la alimentaria”, que podría producirse si continúa esta escalada alcista, no sólo en el precio del trigo, sino también en el de otros cereales, como el maíz y la cebada.

 

TrigoQuimPedret

Plantación de Trigo en Rusia

 

Por todo esto y por ‘proximidad’ afectiva estaba redactando mi opinión sobre la situación en Rusia, basada en fuentes rusas familiares, que no están contaminadas por muchos periodistas, fieles servidores del poder manipulador establecido, español y europeo. Y es por esto que doy opinión en lo que algunos ya empezamos en llamar la otra burbuja y una posible crisis de hambre a nivel mundial. En mi web ‘colgué’ en tono un tanto jocoso, para desdramatizar, algunas de las noticias que nos afectan al bolsillo y a la vez me permitía dar un pequeño tirón de orejas a muchos políticos, que tienen esta mala costumbre de intentar hacernos la vida un poco más ‘agradable’, a veces alterando o escondiendo la realidad. Hace días que vengo alertando que Rusia arde de calor, algunos lo tomaron a broma. Ahora, después de que los medios nacionales y oficiales se hayan hecho eco de las noticias más tristes de la historia de Rusia, no es para echarse a reír y como decimos aquí. es posible que ahora nos toque bailar con la más fea. Nunca había llegado una catástrofe natural de tal magnitud en Rusia. La sequia -desde abril no ha caído un gota en toda Rusia- ha llevado a desencadenar incendios, donde bosques y poblaciones enteras, -de la extensión de Vilajuïga (casas incluidas), han sido arrasados en menos de veinte minutos. Las temperaturas en San Petersburgo, que normalmente no superan los 29º C en agosto, han llegado a los 41ºC, esto sin hablar de Moscú y el desalojo de miles de personas de la periferia de la capital y la recomendación de no salir de casa o no utilizar el transporte privado y utilizar mascaras. Ayer los vientos dieron un respiro a la capital moscovita y a su visibilidad, pero han reactivado aun más los incendios. No sé qué mal es el peor. La extensión de terreno quemado en Rusia equivale a la extensión de Italia. Rusia a día de hoy, está protegiendo del fuego el armamento nuclear que tiene en los Urales. Vladimir Putin -primer ministro- ha tomado, con buen criterio, la decisión de cerrar, las exportaciones de cereales a Siria, Jordania, Israel, Egipto etc. hasta diciembre. Podríamos tomar prestado el refrán: ‘Cuando veas las barbas del vecino pelar….’ Desgraciadamente el refrán se está cumpliendo. El precio del trigo se ha disparado. Con la información -no adulterada que me llega a diario, Rusia es el Talón de Aquiles del abastecimiento alimenticio y energético mundial, juntamente con Estados Unidos. Todos sabemos, que si estos dos países se resfrían, nosotros pillaremos una pulmonía. Aunque algunos nos quieran hacer creer que vivimos en los mundos de Yuppy y ‘esto no toca’, porque Rusia está muy lejos y todos son ‘ex rojillos’ o ‘yanquis go home’

Rusia está pasando el verano más duro de su historia y según fuentes rusas y por lógica, puede pasar un invierno peor, con temperaturas de unos -35ºC, posibles lluvias que pueden arrasar las ya devastadas regiones sin masa forestal y haya un increíble descenso de la fauna fluvial, y si a esto le añadimos la escasez de cereales, puede ser catastrófico para el país. Rusia ha tenido de sacrificar ganado vacuno, porcino y otros animales por falta de agua y en consecuencia se ha incrementado el precio de la leche, sus derivados y carnes. El pienso de los animales -compuestos básicamente de harina- se ha encarecido y por efecto dominó, todo los productos básicos. ¿Pero en que nos ‘toca’ y que gaita tocamos en esto los catalanes y los europeos? Muy sencillo; ayer mismo al mediodía, mientras comíamos en casa con unos amigos industriales de la harina -casualidades- llegó la noticia vía telefónica, que en los mercados internacionales se había desplomado el precio de trigo. Se había incrementado en un 40 %, según las bolsas de Estados Unidos y más concretamente la de Chicago. Es por esto que todo esto hace suponer y quiero estar equivocado, que la cesta de la compra -no la de otros mercados- puede encarecerse cara el otoño en un 25 % o más en todos los productos alimenticios. Y mientras estamos de vacaciones el poder nos entretiene con la ‘’Roja’, y demás tonterías, y el gobierno nos dice que el paro tasa ha disminuido en julio, por esto del llamado turismo y servicios, cuando la realidad es que el julio ha habido un 50% menos de ocupación hotelera… y vamos sumando sigue. ¡¡¡Nos ha jodido mayo, por no llover a tiempo¡¡¡¡ Y por eso, por no llover a tiempo, les recomiendo a los políticos, que ellos se abstengan de vacaciones, y busquen soluciones, ya que yo y muchos -la mayoría- en octubre no queremos pasar hambre… o sea menos viajar, menos discursitos electoralistas y a trabajar y si escuchan más noticias a poder ser internacionales. ‘Las Norias’ y ‘Los Sálvame de Luxe’, los podríamos dejar para los realmente inútiles de verdad. ¿No les parece?

Bromas aparte o realidades a un lado, el trigo podría convertirse en los próximos meses en un artículo de lujo. Estados Unidos ya ha estudiado la posibilidad de pulsar el botón de fabricar más billetes. Las dudas de la Reserva Federal sobre la conveniencia o no de tentar a la inflación, con más dinero en circulación, no sabemos si preocupa más o menos que una nueva catástrofe alimentaria. Rusia es el tercer exportador mundial de trigo. ¿Quién es el culpable? Sencillo, la peor sequía desde el inicio de las mediciones climatológicas, hace 130 años en Rusia.

Si mezclamos todos estos ingredientes, con una crisis económica grave, podríamos desembocar en una nueva crisis y el mundo puede temblar ante la posibilidad de falta de alimentos grave, como la que vació con hambre, a millones de estómagos en el año 2008, en todo el mundo. Es por esto que todo esto hace suponer y quiero estar equivocado, que la cesta de la compra -no la de otros mercados- puede encarecerse cara el otoño en un 25 % o más, en todos los productos alimenticios.

 

Joaquim Pedret

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