Un hombre solo, un hombre bueno Una mujer, así tomados de uno en uno. Son como sombra...

“Son aquellas pequeñas cosas que nos dejo un tiempo de rosas”

Hablo desde el abatimiento y con la sombra de una rabia impotente de no poder mostrar mi cara mas dura. De una impotencia que me mata en silencio. El silencio que algunos creen que es idiotez por mi parte. Si he apostado a callar es porque siempre he callado para no herir. Quizás bondad, quizás inocencia. He callado por ti. He callado por ella y callo para sobrevivir a una rara especie ‘humana’ afortunadamente en vías de extinción, gente de naturaleza malévola, que dejados por las drogas que matan en silencio nos quitan en silencio lo que más queremos y a la vez nos pretenden humillar.

Me pregunto porque y porque ¿Porque hay madres y padres que toleran que sus hijos se acerquen a sus peores enemigos? ¿Cuál es el fin? ¿Hay algún fin o es solo el principio del fin? ¿Es el principio de una mala ignorancia o de una sabia estrategia? ¿El fin es la materia? ¿Aunque poniendo como prenda o reo a tu propio ser querido? Siempre en el supuesto que este ser, sea el más querido.

Enfurecido y en silencio callo y me pregunto: ¿Cual será el siguiente en caer en la red y abdudido en la trampa de la avaricia y el engaño, en la trampa de un odio disimulado en un mal ‘te quiero’ de una intuida y ruin maldad?

¿Cuantas ratas hay en este sucio juego de comprar la bondad de un niño? Y a la vez, jodido pienso: ¿Solo hay un perdedor?  ¿mi hijo? ¿tu hijo?  ¿nuestros hijos?

¿Cuantos hijos pierden día a día una y otra ilusión, o la realidad de ser realmente queridos?

Un hijo que a lo mejor o a lo peor solo eres de él, un padre por pura biología para algunos, aunque él y yo que sepamos y queramos, tengamos y sentimos mucho más y no digamos nada,

‘Viejo sin vergüenza’ cuanta razón llevas.

Y sigo en la preguntas. ¿Para que quiero que me den la razón, una razón que después de tantos años perdidos, ya he perdido lo que incluso podía haber ganado en unos meses? ¿De que sirve la razón? Se que hay una persona que le han matado una ilusión, que han destruido con falsedad, su vida y su razón y por un tiempo quieren acallar su mente.

¿Cuantos “viejos pequeños sinvergüenzas” tendrán de caer, tendrán de pasar, para poder saber la verdad de todo, del porque de las miserias de las ratas que seguramente dejan en un disfraz de buena gente, de buen samaritano o de buena mujer, sus complejos y sus putas miserias?

Igual estarán pensando como las ratas de cloaca a quien poder culpar de sus errores, de sus míseros complejos o de sus presuntas victorias, como el embaucador y charlatán de feria en paro, altas horas las tabernas, como cucarachas sin luz, pero siempre están en activo, pensando quién será su próxima victima.

Los ‘basura’ me han intentado colgar su mierda de sus mentes durante años y sin conseguirlo siguen bombardeando los puntos de flotación de mi barco, sin darse cuenta a veces que su barco y el mío eran el mismo.

Pero este, mi barco ha cambiado de mar, porque como dice el poeta: Hay tantos que se entozudecen en leer siempre la misma página y a la vez no se han dado cuenta que algunos venimos de muy lejos y yo ya me se todos los cuentos.

¿Porque no sacamos la máscaras y las hipocresías a los farsantes y hablamos de acciones premeditadas para lograr lo más malévolo con el único un afán lucrativo y material?

Hay sujetos escondidos en las cloacas del fango drogados de sustancias perversas y alcoholizados de maldad que lo peor intentarán lavar su conciencia y colgar el muerto a la persona más indefensa. En este caso ya tendrán una víctima más en su jaula y la esperarán más víctimas agazapados en su extraña miseria.

Estoy preparado para oír sus rebuznos de inculpabilidad y de sus raros deseos esparcir sus miserias a una ventisca inútil.

¿Porque hay dioses o semidioses que permiten que la gente buena que me rodea caiga en la maldades de la miseria?

¿Porque algunos, incluso un servidor, somos como imanes para con la mierda?

Hoy, a dos días del aniversario de perder el cuerpo de una amiga es posible que haya perdido algo más. Se que sus mentes siguen vivas. A ellos dedico estas líneas.

Espero que los dioses me ayuden a entender que todo es un tránsito mental temporal, una pequeña pausa psíquica y química, que al fin tomará más vida y les dará más impulso para tener una vida más rica en un futuro más próximo y muy cercano.

No quiero pensar que hoy he perdido algo más que un nombre. No quiero pensar que hoy he perdido más que un hombre. No quiero pensar que hoy he perdido más que un amigo. No quiero pensar que he perdido. No quiero pensar. Por esto no he querido dejarme llevar por el odio, ni por la rabia contenida de la impotencia, de una vana lucha, aunque ahora tenga de hacer mención a ella.

El odio me quitaría fuerzas, las pocas que la naturaleza me ha dejado. Se que mi debilidad no menguará y aun si débil mental llegara, pudiera transmitir todas las fuerzas a unos seres queridos que realmente quiero y me quieren.

Se que ella ya estando aquí, estará aun más aquí, el también estará más en mi y dejaremos de escribir con tinta de rabia y a lo mejor ya no seremos unos parias sin tierra, solo seremos unas personas humanas que tenemos la sensibilidad de ser sencillamente buenos.

Para los dos un beso y sea donde esté vuestra mente y la percepción extra sensorial que nos une al hilo que nos tiene siempre atados, seguiremos unidos a este mundo de las 11 menos veinte.

Con nuestras pequeñas cosas siempre habrá un hermano y un padre a vuestro lado.

A ti mujer amiga y compañera sabes que siempre te he querido. A ti ‘hombre pequeño’ sabes que siempre te he buscado y te he querido aun en la distancia, cosa relativa y los dos siempre estaréis en mi mente a pesar de tantas ruedas de molino que algunos vividores nos han puesto en el camino. Ni vosotros sois las ruedas del molino, ni yo el agua que hace mover el molino.

Mujer y amiga, ‘Bon home’ y amigo y yo mismo, los tres y los nuestros… un día pisaremos las calles nuevamente y seguro, estoy seguro que algún día pagarán su culpa los traidores.

‘El Quim’ desde Vilajuïga

 

Issac Pedret Jacomet (Autorretato)