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Joaquim de Catalunya

Un cuadro, un voto.. o dos

Josep Accensi en Vilajuïga

Josep Accensi con Barretina Hace casi un año salía de la estación de Vilajuïga y me encontré a una señora de edad avanzada que bajaba del tren y al ver que se dirigía andando al centro de la población la invité a subir al coche y llevarla como mínimo al centro. Ella acepto gustosa, no nos conocíamos pero empezamos a hablar del pueblo y de su gente y al rato nos dimos cuenta que teníamos una cosa en común; la pintura. Ella es la viuda del pintor Josep Accensi y yo estoy casado con la pintora Elena Kudry. A partir de entonces empezó una confianza, que luego más tarde se ha ido convirtiendo en una buena relación de amistad. Hemos hablado durante horas de cuadros, de proyectos y de la posibilidad de hacer alguna exposición en homenaje para su marido. Hemos hablado planes para que la obra de su esposo, el pintor Josep Accensi afincado hace años en Vilajuïga, fuera conocida y las telas dejaran su ‘escondite’ de los armarios de la vivienda que ella misma posee en la población de Saint-Cyprien, en la Catalunya Nort, en territorio francés.

Hace una semana llegó a casa la Sra. Dolores Coll -así se llama-, y me dijo: “Quim, ¿Te acuerdas de los cuadros de las sardanas? Le conteste que si y que ya los habíamos fotografiado, juntamente con el Quijote. “Pues uno de ellos, el más grande lo regalaré al pueblo de Vilajuïga. Creo que lo instalarán en el futuro ‘Centre Civic’ que se inaugurará a final de mayo”. Me alegre por ella, por su familia, por el pueblo y evidentemente por la memoria de su esposo Josep.

Foto: Quim Pedret

Josep Accensi Sardanas

Cuadro Sardana                                                                 Autor: Josep Accensi

Era una buena idea que ya habíamos pensado en algunas charlas en casa, la Sra.Coll, mi esposa Elena y yo mismo. Regarlo al pueblo de Vilajuïga tenía de ser la mejor idea. A la vez comentamos por encima la poca sensibilidad y a veces el desconocimiento por parte de la mayoría del equipo de gobierno hacia el arte en general. Es decir, pintores fallecidos, otros sencillamente olvidados, músicos, Museo de la Magrana (catalogado) en manos de un particular que no sabe que hacer con el, ni que será de él. etc.

Pero siempre me quedaba aquella duda… El porque de esta la insensibilidad o desconocimiento? No podía entender y a la vez ya ni pretendo entender el porqué varios representantes de nuestro pueblo (concejales), entre ellos el mismo alcalde, despreciaban un cuadro del Castell de Quermancó de la pintora Elena Kudry, que ella misma había ofrecido a los ciudadanos de Vilajuïga.

El desprecio en si, no fue un: ‘No lo queremos’ Era desidia, o indiferencia. Nadie puso en cuestión la calidad del cuadro, ya que nadie se dignó a ir al domicilio de la pintora en su Galería de Vilajuïga y verlo. No. Tampoco nadie ponía en duda la capacidad artística de una de las mejores creadoras de l’Empordà. Sencillamente parecía ser que por parte de la mayoría de los concejales, era ignorancia y menosprecio. Cuando le comenté esta situación tan ‘kafkiana’ a un concejal del equipo de gobierno, este mismo concejal, en presencia de otro compañero de consistorio, me dio una respuesta muy surrealista: “Si, es cierto, el Castillo de Quermançó está en el término municipal, pero no es del pueblo de Vilajuïga, ya que tiene un propietario.” Mi cara se desencajó. Acababa de cargarse el símbolo de Vilajuïga por excelencia, de un plumazo. Yo no sufría por el cuadro, evidentemente, sufrí y sigo pensando en el sufrido ciudadano. Pero su respuesta tampoco fue una sorpresa para mí. Mi abuela, muy sabia ella, ya me lo decía: ‘Hijo, donde no hay, no sale nada’. Pero yo le contesté al ‘presunto político’: “Si, ya sé que el Castillo de Quermançó es propiedad del Sr. Josep Mª Martorell y no sé si tenéis algún problema con él o no o con la Asociació ‘Amics del Castell de Quermançó’ o su famoso órgano, pero ellos son amigos míos” y el Castillo de Quermançó, os guste más o menos, es del pueblo de Vilajuïga”.  Aquí se acabo la conversación y evidentemente la inacabada donación. Pasará el tiempo, seguramente habrá otras ocasiones, seguro que habrán otros equipos de gobierno diferentes y con otras sensibilidades y solo entonces, cabrá la posibilidad de volver a valorar la posibilidad de donar un cuadro del ‘Castell’ al pueblo de Vilajuïga.

Seguramente, porque doctores tiene la Iglesia, algún avispado asesor político con su peculiar desconocimiento, creyó que la pintora Elena Kudry, vecina de Vilajuïga y de nacionalidad rusa, no produce ningún tipo de voto. Igual produce más o menos simpatías, cosa que siempre se puede valorar y es cuestión de matices y a la vez incluso es de agradecer una simpatía de más, pero votos, lo que se dice votos, NADA… la religión de ‘Kudry’ le prohíbe votar. Mi religión, que es la misma, también me impide votar, a no ser que en un plazo de algunos meses, valore muy seriamente la posibilidad de presentarme como alcalde de mi población, Vilajuïga.

Veo con desagrado, que el baile de las sonrisas ‘hipócritas‘ ya ha empezado, como cada tres años y medio, aunque sea de una manera provisional, -durante las legislaturas no hay ningún tipo de sonrisas- , ya que las elecciones autonómicas y las elecciones municipales,están a la vuelta de la esquina. O sea la caza del ‘voto risueño’, acaba de empezar y los sillones del ‘poder’ están al caer. ¡Cosas!.

Creo y por eso afirmo, que el ciudadano/a de Vilajuïga se merece un equipo de gobierno mejor, más comprometido, mas ‘humano’ (en simpatia) y más sensible al arte, a lo cultural y a lo social, es decir, el día a día tiene de ser mucho más cercano al vecino y no solamente esbozar la sonrisa fácil cuando se presenta un evento o se busca la fotografía gratuita. Como fotógrafo creo que las sonrisas políticas no tendrían de existir o tendrían de ser socialmente más ‘amables’ y correctas. Todos los políticos con poder siempre caen del pedestal, el ciudadano hace una valoración cuando llega el final de su mandato y su jubilación y generalmente si esta valoración es negativa, estos caen en el olvido, en la soledad y en la tristeza de un rincón de un bar de la esquina. La sociedad posiblemente los ha marginado y ya no ‘son nadie’, en el supuesto caso de que algún día durante su mandato, hubieran sido ‘algo’ (social y políticamente hablando).

Foto: Quim Pedret

Josep Accensi quermanço joaquim pedret

Castell de Quermançó de Vilajuïga                                   Autor: Josep Accensi

Es lamentable que en la mayoría de exposiciones que organiza el Celler Espelt de la población, no haya ni un solo representante del equipo de gobierno o algún concejal de la oposición, en representación del pueblo. Esperemos que el paso que han dado en aceptar, sin condiciones y PARA EL PUEBLO un cuadro del pintor Josep Accensi, sea un punto de partida para sensibilizar y apoyar desde el Ayuntamiento a jóvenes valores y a otros pintores, que por desgracia parecía que con los años habían caído en el olvido. Y recuerden los políticos que el hecho de hacer un Centro Cívico de una manera u otra, no es un mérito, ni un demérito, para ganar votos, es sencillamente su obligación. Una obligación de años para con el pueblo. Como decía ‘La Trinca’ hace muchos años, las formas siempre es lo más importante. Lo hechos se hacen, puede que bien puede que mal y si no lo hace uno, lo hará el siguiente. 

Foto: Quim Pedret

Josep Accensi Mas de can Satlle  joaquim pedret

Mas de Can Satlle a Vilajuïga                                            Autor: Josep Accensi

Por cierto la Sra. Dolors Coll ya es vecina y está empadronada en Vilajuïga. Un cuadro puede valer un voto y a veces dos. Un poco de algo es mucho. Vivir.

Joaquim Pedret Rovira

Fotograf i Escriptor

 

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